Friday, February 13, 2009

Yo no soy Superman

La gabacha celeste, el pantalón azul corto, el pequeño bolso de tela con la merienda del día, medias casi hasta la rodilla (gracias a mi madre por ser tan fashion), los zapatos ortopédicos negros, el cabello corto y siempre con mucho sueño en las mañanas, así es como recuerdo mis días del kinder.

Imposible recordar los primeros días, pero también imposible NO recordar como ese único año de mi vida marcaría una tendencia que después de 25 años se mantiene, esa tendencia que empezó siendo natural, pasó a ser incierta, incómoda, llegué a odiarla y últimamente (como todo ciclo de la vida) llegara a ser natural de nuevo.

Gabriela, mi primer mejor amiga, me doblaba en altura, me jalaba como un muñeco de trapo por todo lado, pasaba a mi lado todo el tiempo, era la única con quien yo hablaba, era de quien yo contaba historias en la casa.

Esa fue mi tendencia, yo era EL amigo de las niñas, yo era el que no quería que la maestra dijera: “los hombres de un lado y las mujeres de otro”, yo era el que le gustaba destacar entre el grupo de mujeres.

En octubre de 1989, la “niña” María Eugenia se le ocurrió que sus alumnos del kinder fueran disfrazados para el día de Halloween". Yo fui de Superman. Iba contento, emocionado y feliz, esperando a que todos vieran mi disfraz. Al llegar me di cuenta que yo no era el único Superman en el grupo, había uno más. En el recreo fue la competencia para ver quién era el verdadero Superman. No recuerdo que pasó, pero se que perdí pues recuerdo bien a mis demás compañeros (hombres) riéndose del “Superman falso”, así como recuerdo a Gabriela defendiéndome de todos mientras yo no hablaba.

Hoy aún no soy Superman, pero Gabriela ya no está a mi lado, y ahora no me quedo callado.

2 comments:

  1. jajjajaja
    Cuando yo estaba en el kinder, nos mandaron a disfrazarnos no me acuerdo para qué, el asunto es que yo era una caja de leche. Me acuerdo de ver a los otros niños pateando mi super disfraz (era terriblemente feo) y yo les hacía cara de odio, pero no era lo suficientemente valiente como para pasarme de lugar o decirles algo....

    L
    *_*

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  2. Hay metáforas tan interesantes en la vida de las personas. Esa del Supermán falso es un poco triste (especialmente la parte de imaginarse al chiquito sin decir nada mientras los otros jodían... a veces los niños son muy crueles), pero sirve para compararlo con nuestra vida actual.

    Si alguien se burla porque no somos Superman, no hace falta tratar de convencer a nadie... Porque lo somos, sin importar qué digan, lo somos.

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